viernes, 2 de abril de 2010

No puedo hacer mías esas palabras, no puedo creerlas.
Todo lo que pienso va contra ellas.
Y sin embargo, no lo entienden.
No entienden.
Mis lágrimas no son de pena, ni son de debilidad...
pero ustedes las causan.
Estoy atada y seguiré atada. Pero no sera por siempre.
Por que la sonrisa que muestro al día, es la mayor mentira dicha.
Por que jamás volveré a sacrificar nada, en esta guerra.
Ustedes ganan... por ahora.

No hay comentarios: